Tal y como la música jazz tiene una especial capacidad para permanecer atemporal, hay lugares que se vuelven santuarios de lo clásico, sin perder la posibilidad de evolucionar y adaptarse a los nuevos tiempos, así es el Zinco Jazz Club, un espacio que desde sus inicios ha sido vanguardista, con una oferta que viene del pasado, pero convive perfectamente con el presente.
Se trata de uno de los primeros clubes exclusivamente de jazz que existieron en la capital, fue concebido como un punto de encuentro para verdaderos amantes de la música y nuevamente en 2023 el Zinco Jazz Club fue considerado como el único mexicano entre los 106 mejores clubes de jazz del mundo por DownBeat, la más importante revista de jazz. Durante sus 18 años de existencia se ha consolidado como un escenario clave para grandes talentos nacionales e internacionales, así como una plataforma de impulso para nuevos proyectos.
Se instaló en el sótano del número 20 de la calle Motolinia del Centro Histórico de la CDMX, en lo que fueron las bóvedas del Banco Mexicano. La intención siempre fue emular el estilo de los clubes subterráneos de jazz en Nueva York, como el mítico Zinc Bar de Greenwich Village, cuyo nombre, junto con la cercanía de la calle 5 de Mayo, dieron origen al nombre del Zinco Jazz Club.
Al interior, naturalmente, todo gira en torno a la música. El escenario cuenta con un recién renovado sistema de sonido de alta gama para maximizar la acústica del espacio; mientras que la cartelera es curada minuciosamente para incluir solamente lo mejor de la escena jazzística actual y así ofrecer al visitante una experiencia musical irrepetible.
Una velada de jazz en el Zinco puede fácilmente convertirse en concierto con cena, sin que sea necesario que se trate de una ocasión especial. Para eso, el menú incluye una variedad de entradas y platos de cocina internacional que se han vuelto icónicos y no necesitan mayor presentación, como las tapas de jamón serrano y el pulpo a la griega o el Fetuccine al pesto y el Rib Eye. Sin embargo, para los aventureros, los Spicy Noodles y el Grilled Cheese Sandwich, son afortunadas adiciones que hizo Yanko Téllez, quien recientemente asumió el rol de gerente general del Zinco Jazz Club.
Yanko también se encargó de reinventar la barra, con una lista de viejos conocidos dentro del mundo del jazz. Ahora es posible encontrar excelentes versiones del Negroni, Whiskey Sour, Clover Club o el Aviation, por mencionar algunos, para aquellas personas que gustan de acompañar buena música con un gran coctel.
“Me di cuenta de que la gente que llega al Zinco quiere escuchar blues y tomar un Old Fashioned o un Sazerak, es decir, quiere un trago que vaya ad-hoc con la época y el tipo de música que escucha. Por eso incorporé una lista de bebidas que fueron creadas entre 1880 y 1940, con algunas adiciones como el Martini que surgió después, pero es otro gran favorito de la gente. También hice pruebas con algunas recetas mías entre los clientes habituales, para que me dieran su opinión y así enriquecer la carta con propuestas actuales”, explica Téllez, “mi intención es tomar estos grandes clásicos y añadirles un toque distintivo para que no sea lo mismo que se encuentra en otros lugares”.
Con todo este trabajo detrás, el objetivo del Zinco Jazz Club es conservar su posición como líder dentro del circuito de jazz de la CDMX y ofrecer una experiencia única que incluya conciertos de gran calidad artística y sonora con la presencia de proyectos de talla mundial y confirmar que se trata del lugar que mejor suena.