La profesión de cantante no es lo único que tienen en común Amy Winehouse y Zaira Franco, ambas descubrieron muy pronto que la música es más que solo una forma de ganarse la vida, también es la única vía a través de la cual expresar su sentir con completa honestidad y absoluta libertad.
Si consideramos esto, no es ninguna coincidencia entonces que el Tributo a Amy Winehouse de Zaira Franco sea tan exitoso y tan aclamado por el público del Zinco Jazz Club. Y es que existe una profunda conexión entre estas dos divas que difícilmente se puede ver en otros casos o espectáculos similares.
“Me puse a cantar la música de Amy porque hacía mucho tiempo que una cantante viva no me impresionaba e incluso me obsesionaba, como ella. Es muy honesta en su lírica, sus canciones son verdaderas, con emociones muy reales. Era alguien que sentía intensamente, al grado que terminó con su vida”; expresa Franco, “creo que lo magnífico de una obra tan pura es también su universalidad. A todos los humanos nos permite identificarnos, las experiencias de las que escribe Amy son lo que la mayoría vivimos: un deseo profundo de ser amados, adicciones, búsqueda sexual, depresión o la tristeza que sientes cuando tu pareja te traiciona o abandona”.
Hace más de cuatro años que incluyó este show en su repertorio y desde entonces, solamente ha mejorado, tanto su propia interpretación, como la percepción que el público tiene.
“De entrada la figura de Amy, que ha sido muy fuerte, realmente es un ícono de nuestra época. En segundo lugar creo que debo darme mi crédito, por la pasión, la entrega y la intención con que lo hago”, afirma Zaira, “me siento muy privilegiada también de poder presentarlo en un lugar como el legendario Zinco Jazz Club, sin duda, parte del éxito es la magia que tiene el lugar. Desde la historia del edificio que lo alberga, su arquitectura y la magia de su interior. En otros lugares no se siente la misma energía y atención del público como en el Zinco Jazz Club, en donde la gente sabe que va a escuchar jazz en vivo y ponen atención de verdad”.
Zaira es una cantante que se formó de manera autodidacta, proviene de una familia que ama la música y comenzó su carrera artística como un trabajo de fin de semana durante la universidad, que eventualmente se convirtió en su profesión. Su capacidad de conectar con la audiencia es algo que pocos pueden lograr y que añade siempre un toque genuino a todas sus presentaciones.
“La música es una necesidad humana, porque además, nos da acceso a una sensación de unidad y totalidad, de justo estar todos vibrando con un mismo sentimiento. Para mí es algo espiritual y hermoso, una experiencia que actualmente solo vivimos en un concierto, ya que pocos tenemos una vida espiritual en comunidad. Son pocos los espacios en los que nos podemos reunir a cantar con una misma intención en el corazón, como antes se hacía para pedir una lluvia o fertilidad”, afirma Franco, “disfruto mucho hacer sentir al público la fugacidad de nuestra condición humana y lo imperativo de disfrutar nuestra existencia. Me gusta transmitirles pasión, goce y vivir el momento intensamente. El Zinco es un foro que me permite esa intimidad con la gente”.
Todo esto se conjuga para que el público se entregue de una forma muy especial y realmente viva una experiencia inmersiva, en un espacio que esconde en su interior mucha historia y una vibración muy peculiar.
“Creo que la magia que se genera en el Zinco, es en parte porque tengo la conciencia y la intención de lograr una comunión entre el público y nosotros los artistas, pero evidentemente las letras de Amy, con toda su brutal honestidad, tienen mucho que ver”, añade la intérprete mexicana, “mi vida es cantar, pero es un mundo lleno de goce, que puede llevar a los excesos. Cada noche de show es una lucha para no perderme en él, y eso es algo que también sumo a mi interpretación, me subo al escenario y no tomarme una copa por canción, no es fácil, sin duda dan ganas, por eso digo que me siento plenamente identificada”.
No te pierdas del Tributo a Amy Winehouse que presenta Zaira Franco los últimos miércoles de cada mes y, por ocasión especial, el próximo domingo 30 de julio a las 18:00 horas.