El Zinco Jazz Club dedica marzo a las mujeres jazzistas

Este mes, el Zinco Jazz Club rinde homenaje a las mujeres en el jazz con una selección especial de agrupaciones que no solamente han sobresalido como parte de la programación regular, sino que además son lideradas por mujeres que han dedicado su vida a este género en el país.

La lista incluye a músicas con diversas personalidades y estilos: jóvenes promesas que ya brillan con luz propia como Valentina Marentes, Carolina Mercado, Abril Sánchez y Susana Surralde. Otras con larga trayectoria que han sido sustanciales para sostener y enriquecer el género como las hermanas Beaujean o la pianista Dulce Resillas. Igualmente voces que han logrado dar la vuelta al mundo como Dannah Garay, Laura Itandehui, Louise Phelan y Zaira Franco; así como extranjeras que han hecho de México su hogar como Kyla Quinn o Lisa Belikova. Instrumentistas o cantantes, todas dotadas de un gran talento que les ha permitido labrar su propio nombre. 

Cada una de ellas, con sus propuestas, harán vibrar el escenario del legendario club de jazz, por el que han pasado grandes figuras de talla internacional y al público amante del buen jazz en la CDMX.

El 8 de marzo el Zinco Jazz Club presenta R.A.M. Trío

“Mujeres apoyando a mujeres siempre me ha parecido algo hermoso”.

Entrevista con Jenny Beaujean

Cada vez es más notorio que la presencia femenina se ha incrementado al interior de la comunidad del jazz, asegura Jenny Beaujean, quien además de ser intérprete y compositora, se ha dedicado a divulgar proyectos de mujeres a través de diferentes plataformas de comunicación.

“Veo más instrumentistas y compositoras, cantantes, por suerte siempre hemos tenido grandes figuras femeninas, pero noto que cada vez hay más mujeres representando diferentes posturas y movimientos en la música”, expresa. 

Se trata de alguien que ha dedicado su carrera a compartir con otras mujeres para hacer jazz tradicional, crear composiciones originales de gran calidad y rescatar la música de grandes compositoras mexicanas. Pero, además, ha tratado de generar espacios para hablar sobre música, no solamente sobre lo difícil que es ser mujer en la música. 

“Creo que poder hablar desde un lugar más profesional sobre la música es algo que me parece muy bello y estamos logrando poco a poco. Se tiene que hablar sobre nuestro quehacer artístico, no tenemos que justificarnos por haber nacido mujeres, simplemente tenemos derecho a ser artistas profesionales”, comparte la intérprete.

Ella junto con su hermana Ingrid y toda una generación de artistas, se han sumado a una lucha que comenzaron grandes mujeres, muchos años atrás, para demostrar que vale la pena abrir espacios para agrupaciones femeninas en festivales y todo tipo de foros, por su talento, no por su género y juntas han logrado avanzar. 

“Estoy muy contenta y agradecida con las mujeres que estuvieron en este camino antes que yo, creo que sin ellas no podría sentir la libertad que tengo actualmente y definitivamente me gustaría saber que las siguientes generaciones pueden sentirse seguras en estos espacios en los que se hace jazz”, añade Jenny. 

A jazzy life. 

Entrevista con Valentina Marentes.

El jazz atrapó a Valentina desde temprana edad y ha marcado cada aspecto de su vida desde que a los 8 años ingresó como oyente al Centro de Estudios de Jazz de la Universidad Veracruzana. Hija del guitarrista Emiliano Marentes y sobrina de Iraida Noriega, hoy la veracruzana se ha convertido en una de las jóvenes joyas del género en México.

“Me gusta la libertad que el jazz proporciona porque es única e inmejorable. Pero para ser una música entera de jazz hay que pasar muchas horas encerrada estudiando instrumentos, armonías. Tienes que trabajar mucho para tener bases sólidas, pero cuando consigues eso puedes lograr lo que sea”, destaca Marentes, “esa idea de libertad me gusta, es algo que he llevado a otros géneros y a todos los aspectos de mi vida y lo obtuve del jazz”.  

Admiradora de Iraida Noriega, Nicole Glover, Verónica Swift y Jazzmeia Horn por su potencia, ella también se ha desarrollado como cantante en un género en el que las mujeres instrumentistas no han sido abundantes históricamente.

“Definitivamente creo que sí hay una cuestión de género, no lo digo como algo bueno ni malo, solamente creo que es necesario visibilizar que las mujeres dentro del jazz tradicionalmente son cantantes”, comparte Marente, “ahora creo que hay más posibilidades y apertura para tocar con instrumentistas mujeres, pero algo que siempre he admirado, en específico de las cantantes del género es su capacidad de convertirse en instrumentos, no son solamente divas que se paran a cantar y son bonitas, sino que se convierten en un instrumento más dentro del ensamble, hacen sus propios arreglos y dirigen a la banda si es necesario o también se pueden convertir en acompañantes cuando es necesario”. 

Zinco Jazz Club

El lugar que mejor suena 

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